jueves, 26 de noviembre de 2009

Puebla

Puebla tiene los ojos azulejos, y por dura e irremediable que sea la agonizante realidad, llega siempre el atardecer, puntual, y los colores y los ladrillos y los azulejos se empiezan a esconder de nuestros ojos mientras el sol se desliza entre la soñada Iztacihuatl y el incesante Popocatepetl. Y es entonces cuando llega un alivio acaso suficiente, pues para detener esa perdurable y diaria maravilla, el gobernador de Puebla(Mario Marín) no tiene el poder que si tiene para insultar a sus semejantes.

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