Para el señor K., no hay animal como el elefante. Y dice: El elefante, por donde quiera que pasa, deja una huella bien visible. Tiene además buen carácter y sabe aceptar una broma. Tiene orejas móviles: no oye más que lo que le conviene. Vive muchos años. Es muy sociable, y no sólo en su trato con otros elefantes. En todas partes se le ama y se le teme. Tiene una piel muy espesa: contra ella se quiebra cualquier cuchillo, pero su natural es tierno. Puede ponerse triste. Puede también enfadarse. Le gusta bailar. No es comestible. Es buen trabajador. Le gusta beber y se pone alegre...
Historias de almanaque. Bertolt Brecht.
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