Muy querido Silvio,
Si uno(muy seguro de uno mismo) pide, bailando y gritando, piedras e insultos, golpes, y hasta balas. ¿Acaso no vive uno con la esperanza de tener lo que pide, algún no lejano día? Bueno, Silvio, ahora tienes algo de lo que pediste. Lo que ganaste lo mereciste, todos lo sabemos porque a todos nos lo hiciste saber con esmero inigualable. ¡Y de qué manera! Ahora, Italia y sus alrededores sólo necesitan que renuncies, que renuncies del planeta.
Sé que duele. Forza Silvio.
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