FELIZ DÍA ADRIANA, Y BIENVENIDA A MI BLOG, QUE ES EL CAMINO A LA SEGURA LOCURA.

Como dijo Duende(mi hermano): no creo en dios, pero creo en los que creen en dios.

Ojalá le agraden suficientemente estas palabras que encontré en mi muy pequeña y muy releída Biblioteca del Diablo:

Jesús no vino desde el corazón del círculo de la Luz a destruir hogares(y pirámides) para construir sobre sus ruinas conventos y monasterios(y catedrales). No persuadió al hombre fuerte a convertirse en monje o sacerdote(o papa), sino que vino a difundir un nuevo espíritu sobre la Tierra, con poder suficiente para derrumbar los cimientos de cualquier monarquía construida sobre cráneos y huesos humanos... Él vino a demoler los majestuosos palacios levantados sobre las tumbas de los débiles, y a romper los ídolos erigidos sobre los cuerpos de los pobres. Jesús no fue enviado a la Tierra para enseñar a la gente a construir majestuosos templos e iglesias(y Vaticanos), en medio de frías y miserables chozas... Vino a hacer del corazón humano un templo, del alma un altar, y de la mente un sacerdote. Jalil Gibrán.

NO señores de la Inquisición, ¡JAMÁS!, yo todavía aspiro a la hoguera que ustedes le dan a los imprescindibles. Sigan teniendo listos los secos maderos de árbol del Amazonas, con los que me prenderán fuego. Y listos también, los litros de petróleo del Golfo de México que extrae la sacra BP, para arder con velocidad máxima.

DESENRROLLO MI PERGAMINO DE FELICIDADES SOBRE EL CONTINENTE DE BOLÍVAR. ASÍ, MÁS O MENOS:


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